Ciudad nueva, vida nueva. Es como el comienzo de algo distinto, mejor,
en un lugar donde las oportunidades no se acaban, sino que nacen. Calles
repletas de gente de todo tipo, donde no importa ni cómo vistas ni qué
peinado lleves, todo el mundo pasa desapercibido, nadie se conoce. Es un
lugar en el que los músicos salen a tocar a la calle. No hay cosa que
más me guste. Aquí todo puede pasar, hasta lo más improbable. Es una
mezcla entre intriga e incertidumbre, adoro ésa sensación. Los deseos se
cumplen, no se piden, no existe lo imposible ni mucho menos el nunca
jamás. Tan solo llevo dos meses aquí, pero ya me ha conquistado.
Cómo me
gustas, Madrid.
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